La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) de Paraguay reveló los nombres de las empresas interesadas en participar en la licitación de espectro para desarrollar la tecnología 5G en la banda de 3.500 MHz. Extrañamente, fueron solamente dos compañías: Claro, el operador de América Móvil con presencia en Paraguay desde hace muchos años, y Nubicom, un proveedor de Internet residencial y corporativo del norte de Argentina.
«Se inició la verificación de los documentos presentados. Las empresas han manifestado interés por dos sub-bandas, equivalentes a 100 MHz cada una, aunque pueden aspirar a un máximo de 200 MHz», le indicó Víctor Martínez, miembro del Directorio de la Conatel, al periódico local Última Hora. Se habían colocado en la licitación un total de ocho bloques de 500 MHz cada uno.
Lo más sorprendente fue que no se presentaron los dos principales operadores de servicios móviles de Paraguay: Personal (Telecom Argentina) y Tigo (Millicom). Entre los dos, cuentan con aproximadamente el 85% de dicho mercado.
Consultado por TAVI Latam, Telecom Argentina explicó: «La versión final del pliego vulnera el principio de neutralidad tecnológica, que es algo que sostiene toda la industria TIC a nivel mundial junto a las entidades que las representan, como GSMA, ASIET y otras. A diferencia de lo que se publicó en la consulta pública de diciembre del año pasado, se incluyeron dos requisitos fundamentales que generan mucha incertidumbre. El primer requisito es que los equipos a ser instalados deben ser fabricados en países con los cuales Paraguay mantiene relaciones comerciales y diplomáticas formales; y el otro es la obligación de que el fabricante de los equipos cuente con una certificación particular que se llama SCS 9001, certificación que a la fecha no posee ninguno de los fabricantes, y sin que se acepten otras certificaciones que están más difundidas en la industria como ISO o NESAS. De esta forma, se limitan la cantidad de empresas proveedoras con las cuales las operadoras ya estamos operando en Paraguay, en la región y también a nivel mundial, utilizando criterios de calificación que no son ni tecnológicos, ni económicos, y que no son de práctica en este tipo de licitaciones. Las empresas debemos afrontar importantes inversiones para el despliegue de esta infraestructura para lo cual necesitamos contar con la suficiente libertad para poder contratar al o los mejores proveedores de tecnología disponible, que no sólo aseguren la disponibilidad de los equipos, sino también su mantenimiento posventa y su financiación».