Gran conflicto están atravesando la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y la empresa de telecomunicaciones Tigo, propiedad de Millicom. Ante un reclamo de la FBF por la emisión sin autorización de encuentros de la temporada 2024, la Justicia decidió congelarle las cuentas bancarias al operador.
A fines de 2024 había vencido la licencia televisiva que le permitía a Tigo exhibir los partidos de la liga de fútbol boliviana, incluyendo las transmisiones en vivo y luego la emisión en diferido como material de archivo. Frente a la liberación de los derechos, la FBF tomó la determinación de no licitarlos y de crear un canal propio para la exhibición de los juegos. Así fue que se lanzó Fútbol Canal. Sin embargo, entre enero y febrero de 2025, cuando ya el contrato había expirado, el operador emitió en sus canales Tigo Sports partidos de la temporada 2024. Si bien no eran juegos en vivo y Tigo ya los había exhibido en su momento, con el convenio vigente, la FBF indicó que se necesitaba una autorización. Por ello, reclama que se le abone lo que corresponde por esas transmisiones ilegales. Revelaron que se llegó a la Justicia porque desde Tigo no le responden.
La FBF indicó que están dispuestos a negociar la tarifa. Originalmente, el reclamo es de USD 17 millones totales, pues la entidad se basó en el precio del contrato vencido, cerca de USD 30 mil (valor que se entendía que era por los juegos en vivo y no por las emisiones en diferido, como sería en este caso). En tanto, el abogado de Tigo, Fernando Saucedo, señaló que el operador no negociará hasta que no se liberen sus cuentas bancarias. «Tigo no se va a sentar bajo medidas de presión, bajo medidas extorsivas», puntualizó.