La administración del presidente estadounidense Donald Trump lanzará una investigación sobre los países que establecieron o están considerando establecer un impuesto a los servicios digitales proporcionados por empresas como Amazon, Netflix y Facebook, lo que podría resultar en aranceles aduaneros para los productos de esos países que ingresen a los Estados Unidos.
La investigación es apoyada por empresarios y cámaras del sector tecnológico estadounidense, pero la esperanza de quienes están a favor del impuesto es que el inconveniente pueda dirimirse con un acuerdo multilateral a través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para evitar mayores tensiones comerciales a nivel global.
La investigación, conducida por la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos, indagará las posturas de Austria, India, Indonesia, Italia y Turquía, que adoptaron el impuesto, y de Brasil, España, el Reino Unido, la República Checa y la Unión Europea, que están considerando adoptarlo.
El antecedente más significativo es el de Francia, país que recibió una amenaza de imposición arancelaria por USD 2.400 millones en productos franceses como champán, queso y vino que finalmente no se aplicó porque Francia aceptó demorar el cobro del impuesto hasta fines de 2020.
En cuanto a Latinoamérica, este 2 de junio Trump habló por teléfono con el presidente brasileño Jair Bolsonaro y los dos líderes acordaron «que el libre comercio entre los Estados Unidos y Brasil es prioridad para ambos países», de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, el poder legislativo brasileño tramita un proyecto que busca instituir un impuesto (que oscilaría entre el 1 y el 5% según la facturación) sobre la renta bruta de los servicios digitales prestados por este tipo de empresas con el objetivo de crear un fondo para el desarrollo científico y tecnológico.
Entre los países latinoamericanos que aplican o están por aplicar esta tasa están Argentina (8%), Chile (19%), Colombia (19%), Costa Rica (13%), Ecuador (12%), México (16%) y Uruguay (22%), mientras que en Brasil, Paraguay y Perú se encuentra en estudio.
Las compañías que más se ven afectadas por este tipo de impuesto son los gigantes estadounidenses como Amazon, Apple, Facebook, Google y Microsoft, pero algunas de las propuestas podrían aplicar a cualquier gran empresa que hace negocios en Internet.
A diferencia de las tarifas corporativas tradicionales, los impuestos a los servicios digitales recaen sobre las ganancias obtenidas en una jurisdicción incluso si la empresa no tiene presencia física allí.