Luego de concluir exitosamente la primera y la segunda fase del apagón analógico de las señales de TV Abierta, Costa Rica ha resuelto que la última etapa se realizará el 31 de enero de 2023, según le revelaron a TAVI Latam desde la Canartel (Cámara de Radio y Televisión de Costa Rica), entidad que agrupa a todos los canales de televisión del país y a las más importantes radioemisoras. Esta tercera parte abarcará las áreas rurales del país.
La decisión fue tomada este 28 de junio en la Comisión Mixta de Televisión Digital, la cual está conformada por el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), por las cámaras empresariales Canartel, Camtic (Cámara Costarricense de Tecnologías de Información y Comunicación), Infocom (Cámara de Infocomunicación y Tecnología de Costa Rica), y por Conare (Consejo Nacional de Rectores de Universidades de Costa Rica). Esta nueva fecha para la tercera fase fue una solicitud de Canartel, debido a «la crisis del transporte y a la fabricación retardada de equipos», le explicaron a TAVI Latam desde la Cámara.
El apagón analógico en Costa Rica había comenzado en 2019 en la Gran Área Metropolitana, región que alcanza a las cuatro ciudades más grandes del país (San José, Alajuela, Cartago y Heredia). Luego, en 2021, se llevó a cabo la segunda fase, que cubrió la mayor parte de Zona Sur, Pacífico Norte, Zona Norte y algunas partes de la zona Atlántica y del Pacífico Central y Sur. Esas dos primeras etapas representaron más del 90% de la población costarricense.
«En Centroamérica, Costa Rica es el primer país en tener casi concluida la transición del sistema de televisión analógico al digital», comentó Saray Amador, Presidente de Canartel, en un contacto con TAVI Latam. «El éxito fue posible gracias a la buena disposición, esfuerzo técnico y económico de los concesionarios de televisión agrupados en Canartel y a la buena voluntad y apoyo del Micitt, sus jerarcas y sus magníficos profesionales, abogados e ingenieros», añadió.
«No ha sido fácil, ni técnica, ni económicamente. Técnicamente, porque Costa Rica ofrece una geografía quebrada, con cordilleras, cerros y mesetas, que dificulta que la señal en digital llegue fácilmente a los pobladores. Por esta razón, los concesionarios deben hacer inversiones costosas para llegar a los centros de población. A los países como nuestro vecino Panamá, que tiene geografía de tierras bajas y pocas montañas, se les hace más fácil la transmisión de la señal digital, ya que no se deben instalar tantos transmisores y torres como en Costa Rica», explicó Amador.
Por otro lado, la titular de Canartel detalló: «Fue compleja la comunicación a los pobladores del país sobre cómo convertir sus televisores analógicos en digitales con las cajas convertidoras y con la instalación de las antenas especiales. También fue difícil que los televidentes entendieran que los smart TVs tenían que tener el estándar ISDB-T incorporado, ya que la mayoría de los equipos que ingresaban al país tenían el estándar de Estados Unidos, ATSC. Todos los esfuerzos, tanto de los concesionarios como del Micitt, iban en dirección de proteger a las poblaciones de escasos recursos, para que no sucediera como en México, que se dejó a oscuras a algunos poblados de menores recursos. La libertad de expresión y el derecho del ciudadano a estar informado y entretenido mediante la televisión libre y gratuita fue el norte que guio el encendido digital».