El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sancionó la Lei do Mandante, tal como estaba previsto luego de que el Senado la haya aprobado el mes pasado. La nueva ley modifica sustancialmente el mercado de las transmisiones del fútbol brasileño. La disposición establece que el propietario de los derechos televisivos de cada partido es únicamente el club local, cuando hasta ahora los derechos se dividían entre las dos instituciones que disputaban el cotejo. La nueva normativa alcanza exclusivamente al fútbol y no al resto de los deportes.
De esta forma, las empresas interesadas en transmitir un encuentro tendrán que negociar solamente con un club para adquirir la licencia. Hasta el momento, las compañías audiovisuales debían tener contrato firmado con las dos instituciones para poder emitir el match.
Más allá de que se está simplificando el proceso de negociación de los derechos televisivos, la Lei do Mandante generará conflictos en sus primeros años si no se aclara un punto fundamental. La ley detalla que los contratos celebrados previamente no se ven afectados. Por consiguiente, cuando se enfrenten un club que tenga un contrato anterior a la ley contra uno que tenga un contrato posterior a la ley, los dos convenios serán válidos. En este punto aparecerá el conflicto, pues es imposible cumplir con los dos contratos al mismo tiempo. Si una compañía emite el partido amparado en un acuerdo posterior a la ley estaría poniendo en pantalla a un club cuyos derechos televisivos le pertenecen en forma exclusiva a otra compañía que firmó su acuerdo antes de la sanción de la ley.