En Venezuela, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) le ordenó a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) «tomar posesión inmediata de todos los bienes muebles e inmuebles, oficinas comerciales, sedes administrativas, centro de operaciones y transmisiones, antenas y cualquier otro equipo o instalación destinada a la prestación del servicio por suscripción» de la compañía de TV Satelital DirecTV Venezuela (AT&T). Rápidamente, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se hizo presente en las oficinas centrales de la empresa.

Esta medida fue tomada como respuesta a la decisión de AT&T de abandonar el mercado venezolano y cerrar sus operaciones. DirecTV no podía cumplir al mismo tiempo con los requisitos legales de Estados Unidos y de Venezuela, ya que mientras el primero no le permitía transmitir los canales Globovisión y PDVSA, el segundo lo obligaba a hacerlo.

En la misma resolución, la Sala Constitucional del TSJ también instó al operador de DTH a restituir su servicio; una decisión que en realidad depende de AT&T en Estados Unidos y no de DirecTV Venezuela.

Expertos de la industria indicaron que, más allá que Conatel se apropie de las instalaciones de DirecTV, no podrá relanzar el servicio. Es que los decodificadores instalados en los hogares venezolanos necesitan captar la señal del satélite que controla AT&T.